El carnaval, esa fiesta universalmente conocida por sus desfiles coloridos, máscaras y fiestas que desafían al frío del invierno, tiene también una presencia destacada en la comunidad autónoma del País Vasco. Aquí, como en otros lugares, el carnaval es una mezcla de tradiciones antiguas y celebraciones más contemporáneas.
El País Vasco, con su rica historia y cultura, presenta carnavales que, aunque comparten características comunes con otros lugares de la península, tienen sus propias peculiaridades, reflejo de su identidad única.
Poblaciones con las celebraciones más importantes:
- Tolosa: Sin duda, el Carnaval de Tolosa es uno de los más famosos del País Vasco. Durante una semana, la ciudad se llena de color, música y fiesta. Las comparsas, grupos de amigos disfrazados con temáticas diversas, son una de las principales atracciones.
- Zamudio: En Zamudio, las celebraciones de carnaval tienen un sabor muy especial, con la tradicional «Aratuste». Esta festividad destaca por sus trajes tradicionales y por la representación de personajes como «Ziripot» o «Miel-Otxin», figuras míticas del folclore vasco.
- Mundaka: Este pequeño pueblo costero celebra el carnaval al ritmo del mar. Sus celebraciones se centran en la figura del «Txatxorro», una especie de pirata que toma las calles y protagoniza diversas actividades durante estos días.
- Balmaseda: En esta localidad, el carnaval es conocido por los «Zarramankos», personajes que recorren las calles con trajes de colores y largos cuernos, acompañados de cencerros, para ahuyentar a los malos espíritus.
- Lantz: Quizás uno de los carnavales más tradicionales del País Vasco. Aquí se celebra la lucha entre el mal, representado por «Miel-Otxin», y el bien. Durante la festividad, este personaje es capturado y posteriormente quemado, simbolizando la victoria del bien sobre el mal.
Estas celebraciones, aunque distintas en su forma y representación, comparten un denominador común: la alegría y el deseo de despedir al invierno y dar la bienvenida a la primavera. El carnaval en el País Vasco es una muestra palpable de cómo la tradición y la modernidad pueden convivir en perfecta armonía, ofreciendo al visitante una experiencia única y enriquecedora.